14/05/2021 - 2020 fue el año más cálido en España, en Europa y estuvo al nivel del más cálido a escala global. En nuestro país, la temperatura ha subido 1,7 ºC desde la época preindustrial, y 1,3 ºC en los últimos 60 años. El número de días extremadamente cálidos ha sido, en los últimos treinta años, muy superior al que cabría esperar en un clima que no se estuviese calentando; en los últimos años, los récords de días cálidos son once veces más frecuentes que los de días fríos. Aumenta, también, la temperatura superficial de las aguas marítimas circundantes a España: 2020 fue el segundo año más cálido en nuestros mares, tan solo por detrás de 2017. Las precipitaciones en 2020 estuvieron, en conjunto, en torno a lo normal aunque hubo episodios de lluvias torrenciales sin precedentes, como la borrasca Gloria.
La Agencia Estatal de Meteorología, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha presentado el informe sobre el estado del clima de España 2020. Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, abrió la presentación destacando que "el estudio que hoy se presenta es un parte médico descriptivo de nuestra realidad, que debe ayudarnos a contextualizar la situación en la que nos encontramos".
Se trata de la segunda edición de un trabajo que pretende dar a conocer los aspectos más significativos del tiempo y el clima en nuestro país con periodicidad anual e indagar en las tendencias climáticas a largo plazo. El informe pone de manifiesto que el año 2020 fue el más cálido en España y Europa desde que hay registros, y que a escala mundial estuvo al mismo nivel que 2016, el año más cálido hasta ahora, a pesar de que en 2020 tuvo lugar el fenómeno de La Niña, que tiende a disminuir la temperatura global cuando se produce. Es muy significativo que siete de los diez años más cálidos en España se hayan registrado en la última década. El incremento de las temperaturas en nuestro país se cifra en 1,7 ºC desde la época preindustrial, cuya mayor parte (1,3 ºC), corresponde a los últimos 60 años. Esta tendencia ha sido fielmente reproducida por los mismos modelos climáticos que prevén un ascenso de la temperatura media en España de hasta 5 ºC en el peor escenario de emisiones de gases de efecto invernadero a finales de soglo. En 2020, las concentraciones de estos gases que provocan el calentamiento global marcaron máximos históricos, a pesar de reducción temporal de emisiones que supuso la aplicación de medidas tomadas en respuesta a la pandemia de la COVID-19.
Días extremadamente cálidos
En el verano de 2020 hubo tres olas de calor. Una de ellas, con nueve días de duración entre principios de julio y comienzos de agosto, fue la tercera más larga desde 1975. El incremento de olas de calor en los últimos años es una de las consecuencias con mayor impacto del aumento de las temperaturas. Así, se estima que en el último quinquenio han fallecido alrededor de 1800 personas al año como consecuencia del calor extremo, según el Instituto de Salud Carlos III. En los últimos treinta años, el número de récords diarios de temperaturas altas es mucho mayor que el que cabría esperar en un clima que no se estuviese calentando, y lo contrario ocurre con el número de récords de temperaturas bajas. Desde 1951, los días extremadamente cálidos en España han aumentado notablemente y en la última década fueron once veces más frecuentes que los días extremadamente fríos, aunque estos tampoco desaparecieron por completo.
Las aguas marinas circundantes a España también registraron temperaturas más altas de lo normal en 2020. En conjunto, 0,5 ºC superior al normal; se trató del segundo año con la temperatura superficial del agua del mar más alta, por detrás tan solo de 2017. La mayor inercia térmica del agua hace que los mares no se calienten tan rápido como la atmósfera, pero están absorbiendo la mayor parte de la energía acumulada en el sistema climático como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, y en 2020, más del 80 % de las aguas oceánicas mundiales registraron al menos una ola de calor marina.
Lluvias, horas de sol y episodios de tiempo extremo
En cuanto a las precipitaciones, aunque en 2020 quedaron en España ligeramente por debajo del valor medio, puede considerarse un año normal. 2020 terminó sin que se pudiera hablar de sequía meteorológica en la España peninsular. Hay que señalar que se produjeron episodios de lluvias muy significativos; destaca el asociado a la borrasca Gloria que, en enero, dejó la mayor cantidad de precipitaciones sobre el conjunto del Mediterráneo español considerando tres días consecutivos, con más de 400 l/m2 en algunos puntos. Cantidades similares de precipitación, también de récord, provocó la borrasca Bárbara en el entorno del sistema Central en el mes de octubre. 2020 fue un año con menos descargas eléctricas que en años anteriores, aunque los días de tormenta fueron superiores a lo normal. Esta aparente contradicción se explica por el hecho de que las tormentas fueron muy frecuentes en meses invernales y primaverales, cuando el número de rayos es menor, y escasas en otoño, época en la que la actividad eléctrica es más acusada. Además, las horas de sol en España estuvieron en torno a lo normal.
Además de las ya mencionadas olas de calor y episodios de lluvias intensas, hubo otros fenómenos adversos significativos en 2020, entre los que destaca la entrada de polvo en suspensión en Canarias procedente del continente africano en el mes de febrero. Los episodios de tiempo adverso y anomalías climáticas tienen, en ocasiones, un gran impacto social y es por ello que en el Informe sobre el estado del clima se hace un repaso a los más importantes ocurridos el pasado año en España.
Más concretamente el Informe se articula en tres capítulos: el primero describe el tiempo en el mundo y Europa; el segundo, indaga en el estado del clima en España; el tercero, se centra en los patrones atmosféricos que dieron lugar a distintos tipos de tiempo y fenómenos adversos. Se han añadido varios anexos para ampliar información. Además, se ha elaborado un resumen ejecutivo con los aspectos más relevantes. Ambos documentos estarán disponibles en la página web de la Agencia Estatal de Meteorología y pretenden ser, junto con otros servicios climáticos, una guía de apoyo para la consecución de los objetivos previstos en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.