18/03/2021 - El invierno ha registrado, en su conjunto, temperaturas por encima de lo normal, aunque con registros extremos; tras la segunda ola de frío más importante de este siglo en intensidad y duración se batieron numerosos récords de calor, convirtiendo la primera quincena de enero en la segunda más fría de la serie, y la segunda quincena en la más cálida, empatada con la de 1966. Las precipitaciones estuvieron por encima de los valores normales en casi todo el país, salvo en el área mediterránea peninsular y Baleares, donde el invierno fue más seco de lo habitual. La primavera astronómica, que comenzará el 20 de marzo a las 10:37 hora oficial peninsular, será probablemente más cálida de lo normal en España, con mayor probabilidad en el este peninsular y Baleares, y más seca de lo habitual en el noroeste peninsular.
AEMET ha hecho público su avance climático del invierno 2020-21, que ha tenido un carácter cálido y húmedo en el conjunto de España. Se ha tratado del sexto invierno más cálido y también del sexto invierno más lluvioso del actual siglo XXI. De los sesenta años de serie, ha sido el decimotercero más cálido y el vigesimocuarto más húmedo.
La temperatura media del invierno 2020-21 ha sido de 7,1 ºC en la España peninsular, 0,7 ºC superior al promedio del período de referencia 1981-2010, lo que le ha conferido un carácter cálido. Diciembre registró temperaturas normales, enero fue frío y febrero muy cálido. Por zonas, ha sido un invierno cálido o muy cálido en el cuadrante nordeste peninsular, área mediterránea y Baleares; en el resto de la Península y en Canarias ha tenido un carácter normal.
Sucesión de contrastes térmicos extremos
No obstante, estos valores promediados esconden una gran variabilidad a lo largo de la estación, con registros extremos. Así, en enero se produjeron dos olas de frío, una de las cuales, la posterior a la histórica nevada asociada a la borrasca Filomena, se prolongó durante ocho días, con registros incluso inferiores a los - 25 ºC y varios récords de temperaturas bajas. Se trató de la segunda ola de frío más importante del siglo XXI por duración e intensidad, tras la registrada en diciembre de 2001 y convirtió, a la primera quincena de enero, en la segunda más fría de la serie.
Posteriormente, la segunda quincena de enero fue la más cálida, empatada con la de 1966. En ella se batieron numerosos récords de calor para dicho mes y Alicante estuvo a punto de alcanzar los 30 ºC: se quedó en 29,8 ºC, la temperatura más alta registrada hasta la fecha en cualquier mes de enero en la red de estaciones de AEMET. El mes de febrero siguió la tónica cálida de la segunda quincena de enero y se convirtió en el segundo febrero más cálido de la serie, tras el del año pasado, que empató con el de 1990 a la cabeza de los febreros con mayor temperatura media. En el febrero de 2021 destacaron sobre todo las temperaturas mínimas, que en el conjunto de España fueron las más elevadas desde que hay registros.
La pasada estación no ha dejado titulares especialmente destacados del carácter térmico fuera de nuestras fronteras, más allá de reseñar que los seis diciembres más cálidos del Planeta han ocurrido en los últimos seis años. Lo más destacado se ha centrado en la sucesión de contrastes térmicos extremos vividos por todo el Mundo, especialmente a partir del cambio de año, y en línea con lo sucedido en España durante el pasado mes de enero.
Un invierno húmedo
En cuanto a las precipitaciones, el invierno ha sido catalogado como húmedo, ya que los 218 l/m2 recogidos en el conjunto de España suponen un 11 % por encima de los valores normales para la estación. Fue húmedo o muy húmedo en el noroeste, centro e interior oriental peninsular, llegando a tener un carácter extremadamente húmedo en el Cantábrico. Por el contrario, fue seco en las regiones mediterráneas de la Península y en Baleares. En Canarias se trató de un invierno normal.
Por meses, en diciembre las precipitaciones se encontraron dentro de lo normal, mientras que enero y febrero fueron meses húmedos. En cuanto a los episodios más significativos, sin duda hay que destacar el asociado a la borrasca Filomena, que dejó una extraordinaria nevada entre el 8 y 9 de enero en el centro e interior oriental peninsular, con acumulados de hasta medio metro en ciudades como Madrid o Toledo, y espesores similares en el entorno del sistema Ibérico y nordeste peninsular. La nieve persistió en el suelo en muchas de esas zonas durante diez días, hasta que las lluvias asociadas a las borrascas Gaetan y Hortense, esta última con un aparato eléctrico inusual en invierno en el interior peninsular, acabaron por fundirla. A lo largo del invierno, alcanzaron nuestro país un total de ocho borrascas de gran impacto, cifra similar a la de años anteriores.
Una primavera más cálida de lo normal
La primavera astronómica, que comenzará el 20 de marzo a las 10:37 hora oficial peninsular, será probablemente más cálida de lo normal en España, con mayor probabilidad en el este peninsular y Baleares, y más seca de lo habitual en el noroeste peninsular.
El avance de la tendencia del tiempo previsto para el periodo abril-mayo-junio de 2021 indica que existe una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el tercil inferior en el noroeste peninsular, mientras que en el resto de España la probabilidad de los terciles es la climatológica. La información se completa añadiendo que existe una mayor probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a los normales en España considerando el periodo de referencia 1981-2010. Concretamente, el escenario más probable es que la temperatura media de estos tres meses se sitúe en el tercil superior. Eso supone que en la península y Baleares esa temperatura media trimestral estará, al menos, 0,5ºC por encima de lo normal, aunque en algunas zonas ese valor va a ser superior.
NOTA importante: En septiembre de 2020 se ha pasado a utilizar como valores de referencia para la vigilancia del clima en España los valores medios en el territorio peninsular español de las rejillas mensuales y anuales de temperatura y precipitación descritas en las notas técnicas 31 y 32 de AEMET (periodo de referencia: 1981-2010). Este cambio de metodología puede dar lugar a diferencias significativas con los resultados que se obtenían a partir de los valores de referencia anteriormente utilizados.
NOTA: Los datos empleados para elaborar este avance climatológico son provisionales y están sujetos a una posterior validación.
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