El tamaño de los aludes es una de sus principales características. Se clasifican en cinco categorías, en función de su potencial destructivo y de la longitud de su recorrido.
La catalogación establecida por la organización europea de servicios de aludes (EAWS) para ser aplicada desde la temporada 2018/2019 es la siguiente:
Tamaño |
Nombre |
Clasificación según el potencial destructivo |
Clasificación según la zona de llegada |
---|---|---|---|
Tamaño 1 |
Alud pequeño (colada) |
El riesgo de ser enterrado por el alud es mínimo (riesgo de caídas). |
La nieve se detiene normalmente antes de llegar al final de la ladera. |
Tamaño 2 |
Alud mediano |
Podría enterrar, herir o matar a una persona. |
El alud se para normalmente al final de la ladera. |
Tamaño 3 |
Alud grande |
Podría enterrar y destruir un coche, dañar un camión, destruir un edificio pequeño o romper algunos árboles. |
El alud podría atravesar zonas planas (de pendiente considerablemente menor de 30°) a lo largo de una distancia menor de 50 m. |
Tamaño 4 |
Alud muy grande |
Podría enterrar y destruir un vagón de tren, camiones grandes, varios edificios o una parte de un bosque. |
El alud atraviesa zonas planas (de pendiente considerablemente menor de 30°) a lo largo de una distancia mayor de 50 m y puede llegar al fondo de valle. |
Tamaño 5 |
Alud extremadamente grande |
Podría modificar el paisaje; potencial destructivo desastroso. |
El alud llega al fondo del valle; el mayor recorrido conocido. |
Todos los aludes representan un peligro para el ser humano. Incluso los pequeños, que pueden derribar y arrastrar a las personas que se encuentren en su camino. Las denominaciones de los tamaños de los aludes utilizadas hasta la temporada pasada se establecieron con un propósito científico. Los actuales nombres de los tamaños tratan de ser una referencia más adecuada para la valoración del peligro al que se enfrentan las personas.