Agencia Estatal de Meteorología

Evolución de la borrasca

Bernard presentó ciertas características singulares en comparación a la mayoría de las grandes borrascas nombradas por el grupo SW de EUMETNET. Su formación comenzó el día 19, muy al oeste de la Península (55-60º W) sobre aguas atlánticas y a una latitud relativamente baja (35-40º N). Desde esta región del Atlántico, impulsada por la circulación reinante en altura de componente oeste, la borrasca fue desplazándose hacia la región central del Atlántico, a la vez que iba intensificándose a lo largo de su recorrido por la frontera sur del frente polar, el cual durante estos días se había desplazado algo más al sur en comparación a los días previos. Así, en la mañana del día 21, la borrasca se localizada al noroeste del archipiélago de Madeira, desde esta posición, comenzó a profundizarse lentamente y empezó un desplazamiento hacia el este-sureste, dentro de una región cuyas aguas presentaban una temperatura superficial superior a la de aguas arriba por las que la borrasca se había desplazado en los días anteriores. Por otro lado, la región hacia la que se acercaba presentaba un gradiente térmico horizontal en los niveles isobáricos más bajos de la atmósfera, mucho más débil que el de las zonas por donde había transcurido los días previos, hecho que favoreció un cambio en su estructura termodinámica vertical, dominada hasta entonces por la inestabilidad baroclina y transformándose durante este trayecto en otra estructura gobernada en mayor medida por el calor latente desprendido de los procesos de condensación que se comenzaban a producir con mayor intensidad en la parte media y baja de la atmósfera. Esta transformación dio lugar a un cambio en su patrón de nubosidad, desapareciendo la típica estructura de frentes asociados a las borrascas extratropicales, la cual conservaba el día de antes cuando se encontraba al nororeste de Madeira. De este modo, comezaron a formarse importantes núcleos convectivos en el flanco norte del centro de la baja. Otra característica destacable de la borrasca fue su extensión espacial, situada dentro de la escala meso-alfa, la cual es inferior a la de la mayoría de borrascas que se nombran y cuyas dimensiones se sitúan dentro de la escala sinóptica.

A las 12 UTC del día 22 el centro de la baja se situaba al sur del cabo de San Vicente, presentando un mínimo barométrico de 984 hPa, el menor de todo su ciclo de vida. Alrededor de las 16 UTC el centro de la baja entró en la Península por la provincia de Huelva, provocando precipitaciones persistentes y generalizadas en prácticamente todo el cuadrante soroccidental. También destacaron los intensos vientos que llevó asociados, ya no solo por sus valores máximos, sino también por sus valores medios en 10 minutos que superaron los 60 km/h, principalmente en zonas de las provincias de Cádiz y Sevilla. La borrasca atravesó la Península en dirección SSW-NNE, cruzando la zona centro, donde se encontraba a las 00 UTC del día 23, para posteriormente seguir hacia el NNE atravesando Francia hasta alcanzar el Mar del Norte, donde terminaría a primeras horas del día 24. En su transición por la península ibérica la borrasca perdió rápidamente intensidad, experimentando un incremento rápido de la presión en su centro, la cual se elevó hasta 16 hPa en tan solo 12 horas durante su paso por el interior peninsular. Este hecho evidencia la importancia que probablemente tuvo la generación de calor latente desprendido de la condensación en la formación del núcleo cálido de niveles bajos a consecuencia de la intensa convección desarrollada en el golfo de Cádiz y que contribuyó al descenso de la presión en la región central de la borrasca horas antes de alcanzar la Península.

Avisos, observaciones e impactos

Los efectos de Bernard sobre la Península se produjeron a lo largo del día 22. Las primeras zonas afectadas fueron los litorales de Huelva y Cádiz, zonas para las que el día 21 se habían emitido avisos de nivel naranja por mal estado de la mar y cuyo período de validez comenzaba en la tarde del día 22. Los avisos informaban de viento fuerza 8 que originaría mar combinada con olas de entre 5 y 6 m. También se emitieron avisos de nivel naranja por rachas de viento superiores a los 100 km/h para las comarcas próximas a los litorales de Cádiz y Huelva. El día 22 se amplió el número de comarcas con nivel de aviso naranja por rachas de viento, extendiéndose éstos a otras comarcas de las provincias de Cádiz, Sevilla, Huelva y Córdoba. Además, se emitieron nuevos avisos de nivel naranja por acumulaciones de precipitación en 1 hora para diferentes comarcas de la provincia de Huelva. Además de estos avisos de nivel naranja, se emitieron otros muchos de nivel amarillo por rachas de viento para la gran mayoría de comarcas andaluzas, así como para las comunidades adyacentes de Extremadura y del centro peninsular. Los intensos vientos provocaron numerosas caídas de árboles en un buen número de comarcas de Andalucía, generando daños materiales por caida sobre vehículos aparcados así como cortes de tráfico en diferentes carreteras. Por desgracia, lo más negativo de todo fue la pérdida de dos vidas humanas, una en la provincia de Huelva, donde un hombre falleció al volcar su vehículo por un desprendimiento en el municipio de Trigueros, así como otro hombre en la ciudad de Córdoba por el golpe que le propició la caída de una chapa arrancada por el viento desde un edificio. 

En cuanto a las observaciones, destacó por encima de todo el viento, pero no solo los valores de racha, sino los valores del viento medio en 10 minutos que superaron en zonas de Sevilla y Cádiz los 60 km/h durante períodos relativamente largos de entre 1 y 2 horas, todo ello además acompañado de precipitaciones. Como ejemplo de lo extraordinario del evento, en las estaciones del aeropuerto de Córdoba y en la estación de "Fuentes de Andalucía-El Travieso" (Sevilla), hubo vientos medios por encima de 90 km/h, registrándose rachas en torno a los 130 km/h. La intensidad del viento en zonas bajas afectó fundamentalmente a aquellas regiones ubicadas dentro del valle del Guadalquivir, aunque en zonas altas, especialmente en Sierra Nevada (Granada), se alcanzaron valores de rachas cercanos a los 200 km/h. En cuanto a las precipitaciones, las más intensas se produjeron en la provincia de Huelva donde por momentos se alcanzaron intensidades torrenciales. Por otro lado, los mayores acumulados en 12 horas se registraron también en la provincia de Huelva, donde se observaron hasta 89 mm en la estación de "Ayamonte-Isla Canela".