Agencia Estatal de Meteorología

Formación y evolución posterior de la borrasca

La borrasca Ignacio comenzó a formarse el día 22 dentro del intenso flujo zonal que atravesaba el Atlántico, en cuyo seno habían nacido ya Gaetan y Hortense. A su paso por el norte de la España peninsular, durante todo el día 23, Ignacio era aún una borrasca en formación, aunque con un frente frío bien definido, que dejó fuertes vientos en el Mediterráneo peninsular. Fue al llegar al norte de la península Itálica, a mediados del día 24, cuando Ignacio terminó de conformarse como una borrasca extratropical completa. A partir de ese momento se desplazó en dirección noreste, finalizando su ciclo de vida en el entorno de las Repúblicas Bálticas durante el día 27.

Principales impactos

Los efectos más destacados de Ignacio fueron, de nuevo, los vientos fuertes con rachas muy fuertes, si bien mucho menos intensas que las de Hortense, y sin llegar a huracandadas, salvo en un caso. Las lluvias fueron también importantes, destacando los 75 mm recogidos en Grazalema el día 23, aunque no se puede decir que se asocien a la borrasca Ignacio, que pasó por el norte peninsular.