Las fases fenológicas en algunas zonas comenzaron algo temprano pero con el paso del tiempo fue normal. En general no hubo daños considerables por heladas tardías o por falta de agua.
Las fases del comienzo de la primavera fenológica se produjeron en fechas relativamente normales en el conjunto del territorio; ligeramente adelantadas si se comparan con las medias de los últimos 30 años, pero ligeramente retrasadas si se compara con las medias de los últimos 10 años y especialmente de los últimos 3 años. La acumulación de calor aceleraron los procesos ecofisiológicos y las fases de primavera comenzaron a suceder aparentemente de forma acelerada, salvo en las zonas en las que se produjeron heladas nocturnas donde siguieron siendo retrasadas. Por ejemplo: fecha de floración del almendro en la sede central de AEMET en Madrid el día 15 de febrero (normal).
Durante marzo, el curso de la fenología fue relativamente normal. A principios del mes las fases de las plantas van algo adelantadas, a mediados se paralizan los desarrollos vegetales y a finales se activan de nuevo. En la mayor parte del territorio había una pequeña capa edáfica superficial húmeda que favorecía a las herbáceas pero que no era suficiente para los matorrales, árboles y arbustos con raíces moderadas o grandes. A mediados de abril las precipitaciones acaban con los suelos secos y las situaciones meteorológicas favorecieron el curso normal de la fenología.