Las temperaturas fueron superiores a las normales aunque inferiores a las del año pasado. Las precipitaciones otoñales comenzaron en la tercera decena de septiembre; el otoño en genral fue húmedo o muy húmedo. Tras el seco verano, la vegetación se mostraba afectada por la falta de agua, sobre todo en el centro y el sur. Con las lluvias la recuperación general de los campos y montes fue muy buena.