La borrasca Claudio fue nombrada el día 31 de octubre por Météo-France a las 5:00 UTC. Su nombramiento se produjo por las intensas rachas de viento previstas sobre territorio francés, provincias de Bretaña y Normandia, entre la tarde del día 31 y la mañana del 1 de noviembre. En nuestro país apenas se produjeron impactos significativos, siendo el viento el elemento meteorológico más destacado. Tan solo en el cantábrico, a lo largo de todo su litoral y en las comarcas más altas, se sintió de forma más significativa la influencia de la borrasca.
Formación y evolución posterior de la borrasca
El día 30 a las 00 UTC se encontraba sobre el Atlántico Norte (40N-25W) una baja secundaria asociada a otra baja principal más profunda localizada al sur de Islandia. Ambos sistemas depresionarios en superficie se ubicaban bajo una amplia vaguada en altura donde se producía una regeneración continua de borrascas. El desplazamiento de la baja secundaria hacia el noreste la acercó hacia una región de mayor inestabilidad baroclina localizada en las proximidades del Golfo de Vizcaya, lugar donde la baja comenzó un proceso de profundización entre las 00 y 12 UTC del día 31. Así, a las 12 UTC de ese día la borrasca estaba centrada al suroeste de la provincia francesa de Bretaña. Desde allí y durante las siguientes 24 horas, Claudio continuó profundizándose y cruzó las islas británicas de sur a norte hasta situarse al noreste de éstas. En esta
posición la borrasca terminó desapareciendo al integrarse en el seno de su borrasca madre que continuaba ubicada al sur de Islandia.
Avisos emitidos y principales impactos
Claudio no provocó impactos a destacar sobre la Península. Todos los avisos emitidos el día 31 fueron de nivel amarillo, siendo la mayoría de ellos costeros en todo el litoral cantábrico y por viento en algunas comarcas altas del norte peninsular y del noroeste de Galicia. La racha de viento más intensa se registró en Fisterra con valores próximos a 115 km/h. También se registraron precipitaciones localmente fuertes en puntos de Extremadura y del pirineo, con acumulados máximos en 24 horas entre 30 y 40 mm.