18/03/2020 - El invierno de 2020 ha sido el más cálido en España de este siglo. El trimestre diciembre-enero-febrero ha registrado la segunda temperatura media más alta de la serie histórica, solo superado por el invierno de 1989-90 y las temperaturas máximas han sido las más elevadas desde 1965. Del 22 al 24 de febrero tuvo lugar el episodio de polvo atmosférico más intenso registrado en la totalidad del archipiélago canario desde que hay datos. El 23 de febrero se detectó un pico máximo en la concentración de partículas PM10 72 veces superior al límite legal de protección de la salud. Se trata del invierno más cálido en Europa desde que hay datos, con una temperatura media 1,4ºC más alta que el anterior récord. La primavera astronómica, que comenzará el día 20 de marzo a las 04:50 hora oficial peninsular, será probablemente más cálida de lo habitual en España, y más seca de lo normal en el tercio norte, especialmente en Galicia y Asturias
El invierno 2019-2020 (periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2019 y el 29 de febrero de 2020) ha sido en conjunto muy cálido, con una temperatura media de 9,7ºC, es decir, 1,8ºC por encima de la media de esta estación (período de referencia 1981-2010). Ha sido el segundo invierno más cálido desde 1965, año de comienzo de la serie, por detrás del invierno 1989-90 y el más cálido en España del siglo XXI.
Destacan los elevados valores de las temperaturas máximas registrados durante el trimestre: la media de dichas temperaturas fue de 14,6ºC, superando en 0,2ºC el anterior valor más alto de la serie de invierno, que correspondía hasta ahora al invierno 2018-19. El invierno resultó muy cálido o extremadamente cálido en la mayor parte de la España peninsular, mientras que fue muy cálido en Baleares y entre cálido y muy cálido en Canarias. Las anomalías térmicas fueron en general mayores en regiones montañosas y zonas elevadas de las mesetas.
Récords en muchas estaciones
Se han batido numerosos récords relacionados con las altas temperaturas registradas. Así, en siete estaciones de la red principal de AEMET, ha sido el invierno más cálido de la serie histórica; en veintiuna estaciones, nunca en invierno se había alcanzado un valor promedio de las temperaturas máximas tan elevado. También se batieron récords de temperatura máxima y mínima más elevada, entre los que destacan los 29,6ºC de Valencia/Aeropuerto, los 31,9ºC de Tenerife Sur/ Aeropuerto o los 20,4ºC de temperatura mínima en Melilla, lo que supone la primera noche tropical en la Ciudad Autónoma en invierno.
El invierno comenzó con un mes de diciembre muy cálido, con una temperatura media que se situó 1,9ºC por encima de la normal del mes. Enero resultó cálido, con una temperatura media 0,5ºC superior a la normal. El mes de febrero tuvo un carácter extremadamente cálido, quedando 3,0ºC por encima de la media de este mes, resultando el febrero más cálido desde el comienzo de la serie en 1965, en los mismos niveles que el de 1990.
Precipitaciones
En lo referente a las precipitaciones, la cantidad acumulada este pasado invierno en España se ha aproximado al valor normal de la estación: los 192 mm (l/m2) recogidos en promedio en el conjunto de España han quedado un 4% por debajo del valor medio del trimestre según el periodo de referencia 1981-2010. El trimestre comenzó con un diciembre y un enero húmedos, pero finalizó con un mes de febrero extremadamente seco, que además ha resultado ser el más seco de la serie desde 1965.
Estas precipitaciones han destacado por su gran variabilidad espacial y temporal, siendo húmedo o muy húmedo en un área que abarca desde Aragón y Cataluña hasta Murcia, en zonas al oeste de Castilla y León y en Baleares. En algunas áreas cercanas a Barcelona, provincias de Teruel y Zaragoza, y Delta del Ebro ha resultado incluso extremadamente húmedo. Sin embargo, ha sido seco muy seco en el País Vasco, Canarias y Ceuta. En Melilla ha sido extremadamente seco.
Histórico episodio de polvo atmosférico en Canarias
Entre el 22 y el 24 de febrero tuvo lugar un intenso episodio de polvo atmosférico del Sáhara que afectó a la totalidad del archipiélago canario, que estuvo causado por una profunda baja situada en las proximidades, que levantó polvo en la zona del Sáhara Occidental y lo inyectó sobre el archipiélago mediante una corriente en chorro de niveles bajos con vientos cercanos a los 100 Km/h a unos 1.500 m de altitud. Este episodio, a falta de una confirmación de los registros históricos, ha sido el más intenso registrado en Canarias desde que se dispone del instrumental necesario para cuantificar el contenido de aerosoles en la atmósfera.
El episodio consistió en tres eventos de polvo que tuvieron lugar en tres días consecutivos. El ocurrido el 23 de febrero fue especialmente intenso: presentó un pico máximo que sobrepasó los 3600 ?g/m3 de PM10 (material particulado de un diámetro menor a 10?m) en torno a las 18h en Santa Cruz de Tenerife, de acuerdo a las observaciones del Observatorio atmosférico de Santa Cruz (Centro de Investigación Atmosférica de Izaña; AEMET). Eso supone 72 veces más del límite legal de PM10 para protección de la salud, que es de 50 ?g/m3 de media diaria
El evento produjo, además, una reducción en la visibilidad menor a 100 metros en diferentes puntos del archipiélago canario, llegando a forzar el cierre de los ocho aeropuertos canarios durante unas horas el 23 de febrero. Otro hecho singular de este episodio fue el enorme espesor de la capa de polvo (desde el nivel del mar hasta unos 5 km de altitud), lo que no es normal en las intrusiones de polvo de invierno, ya que suelen estar confinadas a los primeros 2 km.
Este episodio fue predicho con gran acierto tanto en tiempo como en magnitud por el modelo operacional de predicción de polvo NMMB MONARCH ( https://dust.aemet.es/) y por el producto experimental multi-modelo (con 12 modelos) del Centro Regional de Predicción de Polvo y Arena para el norte de África, Oriente Próximo y Europa ( https://sds-was.aemet.es/), gestionados por AEMET y el Centro Nacional de Supercomputación en Barcelona(BSC-CNS).
Récord tras récord a nivel planetario
Un análisis de lo sucedido fuera de nuestras fronteras nos indica que los pasados meses también han batido marcas históricas. De nuevo hemos vivido el diciembre y el enero más cálidos del planeta (con el de 2015 y el de 2016 respectivamente) y de Europa desde que hay datos; febrero de 2020 se queda con un segundo puesto en el podio de los febreros más cálidos tanto de la Tierra como de nuestro continente.
Todo parece condensarse en este récord: este invierno (diciembre, enero y febrero) ha sido declarado el más cálido en Europa desde que hay datos, con una temperatura media 1,4ºC más alta que el anterior más cálido y una anomalía térmica media de +3,4ºC (periodo de referencia: 1981-2010). Dicha anomalía, aunque de signo opuesto, recuerda a las que se vivieron durante el verano de 1816, el comúnmente conocido como "Año sin verano"; y es que la potentísima erupción del volcán Tambora en abril de 1815 desembocó, un año más tarde y como consecuencia del bloqueo parcial de la radiación solar que llegaba a la Tierra por parte de las partículas emitidas durante la erupción, en un verano frío en Europa, con anomalías de hasta -3ºC en Francia (periodo de referencia: 1971-2000).
En relación a la extensión de hielo marino, si bien no tenemos titulares tan destacados como en otros trimestres, seguimos obteniendo datos reseñables. Así, diciembre de 2019 fue el tercer diciembre con menor extensión de hielo marino antártico desde 1979 y enero de 2020 el cuarto.
El aire frío ha quedado confinado muy al norte
Este invierno ha quedado marcado por la presencia de altas presiones en buena parte del sur de Europa y, sobre todo, con las bajas presiones en general confinadas muy al norte. Un vórtice polar muy reforzado apenas ha permitido incursiones de aire polar hacia el sur de nuestro continente. El chorro polar, germen de borrascas, se ha mantenido en latitudes muy elevadas y por ello las borrascas atlánticas, en general, han afectado fundamentalmente a áreas del norte peninsular y especialmente a países de la vertiente atlántica europea más septentrional.
Una primavera con menos lluvia y más calor
La primavera astronómica, que comenzará el día 20 de marzo a las 04:50 hora oficial peninsular, será probablemente más cálida de lo habitual en España, y más seca de lo normal en el tercio norte, especialmente en Galicia y Asturias.
El avance de la tendencia del tiempo previsto para el periodo abril-mayo-junio de 2020 indica que existe una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el tercil inferior en el tercio norte; es decir, que lo más probable es que llueva menos de lo habitual en esa época del año en el tercio norte, principalmente en Galicia y Asturias. En el resto de España la probabilidad de los terciles, en relación a la precipitación, es la climatológica (periodo de referencia 1981-2010). Esto significa que no existe una tendencia clara.
La información se completa añadiendo que existe una mayor probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a los normales en España considerando el periodo de referencia 1981-2010. Concretamente, el escenario más probable es que la temperatura media de estos tres meses se sitúe en el tercil superior. Eso supone que en la Península y Baleares esa temperatura media trimestral estará, al menos, 0,5ºC por encima de lo normal, aunque en algunas zonas ese valor va a ser francamente superior.
Así, en Pirineos y sobre todo en el sudeste peninsular es donde se esperan las anomalías positivas más destacadas que podrían acercarse incluso al valor de 1ºC. El pasado invierno predijimos que éste sería 0,7ºC más cálido en líneas generales así que parece que estos próximos tres meses no deberían ser tan anómalos como los 3 anteriores pero sí más cálidos que la media en España.
NOTA: Los datos empleados para elaborar este avance climatológico son provisionales y están sujetos a una posterior validación.
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