27/05/2022 - Es la conclusión fundamental a la que llega un artículo publicado en la revista "Communications Earth and Environment", revista del grupo "Nature", tras estudiar una de las más intensas olas de calor registrada desde que hay datos en la península antártica de febrero de 2020. Científicos del Grupo Antártico de la Agencia Estatal de Meteorología, la Universidad de Barcelona, el Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad de Lisboa concluyeron que la probabilidad de experimentar una ola de calor similar ha aumentado diez veces desde 1950-1984 como resultado, en gran medida, del cambio climático.
Científicos del Grupo Antártico de AEMET, la Universidad de Barcelona, el Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad de Lisboa acaban de hacer públicos los resultados de un reciente estudio cuya principal conclusión es la confirmación, por primera vez, de que el cambio climático es capaz de amplificar una ola de calor en el continente antártico. Más concretamente, concluyeron que la probabilidad de experimentar una ola de calor similar a la registrada ha aumentado diez veces desde 1950-1984 como resultado en gran medida del cambio climático.
Publicado en la revista "Communications Earth & Environment" perteneciente al grupo "Nature" y titulado "Climate warming amplified the 2020 record-breaking heatwave in the Antarctic Peninsula", el artículo se fundamenta en el estudio de una de las más intensas olas de calor registradas en la Península Antártica entre el 6 y el 11 de febrero de 2020.
Olas de calor un 25% más intensas
Febrero de 2020 fue anómalamente cálido en la península antártica. La ola de calor registrada entre el 6 y el 11 de febrero de dicho año fue una de las más intensas registradas; se presentó con anomalías de la temperatura media de +4,5ºC y dejó un récord de temperatura en la península, el 6 de febrero de 2020, con un registro de 18.3°C en la base Esperanza.
Para cuantificar el papel del cambio climático en la magnitud de esta ola de calor regional de 6 días, los investigadores estudiaron eventos similares acontecidos en períodos pasados (1950-1984) y recientes (1985-2019); los resultados mostraron que olas de calor similares a las de 2020 sobre la Península Antártica son ahora al menos aproximadamente 0.4 ° C más cálidas que en el período anterior, lo que representa un aumento del 25% en su intensidad, y que la probabilidad de experimentar anomalías medias regionales de 6 días por encima de ~ 2 ° C ha aumentado diez veces desde 1950-1984. Los cambios en la circulación atmosférica experimentados recientemente en la zona no son capaces de explicar el aumento en la temperatura durante este evento y es por ello que el estudio concluye atribuyendo responsabilidades del mismo a factores antropogénicos, es decir, al cambio climático.