El tiempo fue muy variable alternando periodos cálidos y fríos. Las precipitaciones, para el conjunto del territorio español en el periodo enero-abril fueron normales y relativamente bien repartidas en el tiempo. En enero, los días 8 y 9, se produjo una nevada histórica en gran parte del centro y este peninsulares seguida de una ola de frío (que también se puede considerar como histórica) que se prolongó durante los días 11 al 17. En abril el frío afectó de forma importante al campo francés e italiano (y en mucha menor medida a zonas del este de la península ibérica y Baleares) por el contrario en este mes, en el resto del territorio peninsular y en Canarias, las temperaturas fueron algo superiores a las normales.