Aunque
el modelo de la convección parece más débil que el
de precipitación, no hay que olvidar que sus efectos están
presentes en las nubes
tormentosas y que la generación
de granizo blando, agua subfundida y gotitas de agua están asociadas
a fuertes movimientos ascendentes y descendentes. Otros fenómenos
violentos asociados a fuertes descensos (microburst) están relacionados
con la máxima actividad eléctrica y máxima precipitación.
La capa de apantallamiento negativa también es predicha por esta
teoría. Sus detractores se aferran al hecho de que la carga y campos
generados son muy pequeños como para provocar descargas.
Ni la convección ni
la precipitación requieren una de la otra pero en las nubes que
producen rayos se observan, conviven y se complementan ambos fenómenos.
Parecería ingenuo dejar una teoría por la otra, al ser ambas
complementarias y reflejar lo que verdaderamente ocurre en las nubes de
desarrollo vertical. Una
teoría general deber
combinar las mejores aportaciones de una y otra además de añadir
los nuevos resultados de otros procesos microfísicos que están
en estudio. |