Del análisis realizado
de los histogramas de dirección del viento a varios niveles en la
fase 1 se pueden extraer algunas consecuencias importantes. En primer lugar
se observa que existe una alta proporción de casos, tanto para el
viento en niveles bajos como altos, en los que la direccion del viento
esta incluida en un sector bien delimitado. Por ejemplo, como puede verse
en el gráfico, en 850
hPa el 97% de los casos cae entre (71º y 250º)
y el 84% entre (91º y 225º). En el gráfico siguiente se
muestra el equivalente en
500
hPa, observándose que casi el 98% de casos se sitúa
entre (136º y 270º).
En segundo lugar se ve que, como era de esperar, se produce un giro anticiclónico del viento con la altura, tendiendo a predominar vientos del SE y del S hasta 850 hPa y vientos del SSW y del SW por encima. Por lo que respecta a la velocidad del viento, no se obtiene ninguna conclusión significativa, con un aumento paulatino de velocidad desde niveles bajos a niveles altos (en 925 mb el 92% de los casos presentan velocidades inferiores a 15 nudos, mientras que en 300 mb ese mismo porcentaje disminuye al 30%)
En la fase 2 la situación presenta características bastante parecidas. Si acaso, señalar que en niveles por debajo de 700 mb se produce un descenso en el número de casos en los que la direccion del viento se encuentra comprendida en los intervalos antes citados, mientras que por encima de 700 mb apenas existen cambios.
Por lo tanto, y a diferencia
de algunos de los campos analizados en apartados anteriores, aunque las
diferencias entre la fases 1 y 2 son pequeñas, una gran mayoría
de los casos presentan unas condiciones muy concretas de viento en niveles
bajos y altos, aspecto éste básico de cara a la definición
de un entorno favorable para la aparición de SCM.