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SCM Cuasiestacionarios
 
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Ideas generales y objetivos
(Imagen IR del SCM H3 del 27/Sep/97 realzada como ejemplo de SCM cuasi-estacionario durante parte de su ciclo de vida).

Se definió un SCM como cuasi-estacionario cuando su velocidad de desplazamiento media es menor de 15 Km./h. Nos vamos a focalizar en el estudio de los SCM de la BD del 89-93 que presentan ciertas características ligadas a su desplazamiento relativamente baja.  De la BD estudiada casi todos los SCM poseían velocidades de desplazamiento media superior a este valor a lo largo de todo su ciclo de vida.
Algunos fueron estrictamente cuasi-estacionarios durante alguna parte de su evolución. Este hecho era más frecuente en los primeros estados de desarrollo asociados a las primeras tormentas que iban a conformar el SCM. Posteriormente el sistema comenzaba a ganar proporciones horizontales y verticales más significativas y normalmente aumentaba su movilidad.

Como en todo fenómeno convectivo, diferentes procesos actúan conjuntamente para generar un complejo cuasi-estacionario, según Chappell (1986). Estos procesos van desde la escala sinóptica a la microescala, pasando por la mesoescala. Particularmente, debe de existir un equilibrio muy definido para la auto-regeneración de las células convectivas en los SCM de poca o escasa movilidad. Entre otros factores que condicionan la existencia de estos eventos, cabe destacar los siguientes:

  • Características sinópticas medioambientales que van a determinar, a gran escala, el tipo de tormenta convectiva y su movimiento asociado.
  • La naturaleza del forzamiento sinóptico y mesoescalar. Este último puede estar a su vez modulado por el primero.
  • La localización y razón de formación de nuevas tormentas que conforman al SCM.
En la mayoría de los casos de sistemas cuasi-estacionarios lo que existe es una marcada propagación y/o regeneración de nuevas células que se localizan corriente arriba del viento medio en el que está embebido el sistema. Lo que sí parece claro, de los estudios en otras latitude, es que debe de existir un flujo relativamente intenso en niveles bajos( y relativamente húmedo), en un ambiente de marcada inestabilidad concentrada en capas bajas. Este entorno debería generar zonas donde la `alimentación´ fuera muy activa, permitiendo a su vez la regeneración de nuevas células. El aporte continuo de humedad en capas bajas inestabilizaría el ambiente, favoreciendo el desarrollo y fusión de otras tantas células.

Por lo tanto, son necesarios dos elementos básicos según la bibliografía consultada:

  • la presencia de un chorro en bajos niveles y
  • aire cálido y, sobre todo, muy húmedo en capas bajas que genere unas condiciones de inestabilidad muy marcadas y focalizadas.

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