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![]() La radiación que detecta los sensores de los satélites meteorológicos proviene de tres fuentes principales: el sol, la tierra y la atmósfera. La radiación electromagnética incidente de origen solar es afectada por la atmósfera a través de los procesos de transmisión, absorción, "scattering" o difusión, y reflexión. A su vez el sistema tierra-atmósfera constituye otro foco radiativo. La figura muestra los diferentes procesos, de forma simplificada, que se pueden dar en el sistema tierra-atmósfera y el balance energético asociados a los distintos focos emisores de energía así como a los procesos que básicamente tienen lugar en la atmósfera. La radiación de onda corta emitida por el sol alcanza la atmósfera. Parte de ella es absorbida por los gases que la componen. Otra parte, muy importante, es reflejada por las nubes, la tierra, el agua y es reenviada de nuevo al espacio. La radiación transmitida llega a los diferentes niveles de la atmósfera y a la superficie de la tierra. Estos sistemas se calientan y a su vez actúan como fuentes emisoras, pero como elementos de radiación electromagnética de onda larga. De nuevo los procesos de emisión, absorción, dispersión y transmisión aparecen ligados a la radiación térmica que se dirige al espacio y se ve interrumpida y alterada por los componentes atmosféricos. Los sensores de satélites miden la energía radiante proveniente de las distintas fuentes emisoras que ha sufrido una serie de procesos en el sistema tierra-atmósfera. Las principales fuentes de emisión son la superficie de la tierra las nubes, la propia atmósfera y las zonas acuosas (mares, océanos, lagos, ríos, etc.). |