Se
ha analizado la situación haciendo uso de la aplicación operativa
YRADAR, en su versión del año 2002. Esta aplicación
se encuentra operativa en el INM desde el año 2000 y se ha desarrollado
para el análisis objetivo de los datos radar, tanto bidimensional
como tridimensional, con vistas a la identificación de la convección.
Las salidas y productos que se presentan se corresponden con los momentos
más significativos, entre las 14:00 y 17:30 UTC.
Análisis bidimensional 2D
Las salidas de la aplicación YRADAR bidimensional, 2D, tienden a realzar
zonas o estructuras potencialmente convectivas en el PPI o CAPPI más
bajo que superen los 45 dBZ o sean máximos relativos mayores o iguales
que 40 dBZ. Los productos que se van a mostrar se han obtenido usando el
PPI más bajo como referencia.
Los primeros ecos potencialmente convectivos se identifican a las 15:10 UTC,
tal y como se aprecia en la figura de la derecha, situando el centroide en
la zona costera del área de Anaga. Anteriormente, hacia las 14:30
UTC, aparecen ecos moderados del orden de 40 dBZ que no superan los criterios
de máximo local para ser marcados como convectivos.
La aplicación 2D le atribuye un desplazamiento al centroide en dirección
NE hasta las 15:50 UTC, como así ocurre, ya que el centro de gravedad
de la estructura identificada se desplaza en dicha dirección aunque
parte de ella se queda “anclada” en tierra, como se puede apreciar en las
figuras. A las 15:30 UTC (ver imagen) ya aparece un máximo de reflectividad
de 56 dBZ asociado a dicha estructura. En esos momentos el segmento de extrapolación
horaria del centroide se reduce, indicando que se ha ralentizado el desplazamiento
del sistema.
A las 15:50 UTC la estructura identificada se ha hecho cuasiestacionaria con un máximo de reflectividad de 50 dBZ.
Vemos, por lo tanto, que el módulo de extrapolación 2D atribuye un vector
muy pequeño al desplazamiento estimado por centroides, lo cual significa
que la estructura, a 3 km de altura, permanecía cuasiestacionaria.
En otros momentos, por el contrario se asigna un desplazamiento al sistema
precipitante según el viento medio del modelo HIRLAM; este hecho se
debe a la falta de consistencia entre el viento medio del HIRLAM y el obtenido
por el procedimiento automático.
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