Si nos fijamos en
las salidas obtenidas para el alcance H+10 (predicción válida
para las 16:00 UTC) del primer experimento, podemos observar que la precipitación
total acumulada en esas 10 horas, en la isla de Tenerife, estaba comprendida
entre los 30 y los 40 litros por metro cuadrado, mientras que al norte de
la isla de La Palma aparece un máximo superior a los 50 litros por
metro cuadrado. Esto se muestra en la figura de la derecha.
Cuando observamos el mismo alcance de predicción (H+10) del segundo
experimento, podemos ver que la precipitación acumulada prevista para
esa hora es muy inferior a la del primer experimento (entre 20 y 25 litros
por metro cuadrado para las islas de Tenerife y La Palma) y que el área
de la precipitación es mucho menor. Sin embargo, la localización
del máximo de la precipitación es idéntica en ambos
experimentos.
¿A qué
se debe que haya una diferencia tan apreciable en la cantidad de precipitación
prevista por ambos experimentos?. A que en la atmósfera hay un equilibrio
entre los campos de viento y de presión, el cual asegura que las ondas
gravitatorio-inerciales (las cuales se manifiestan fundamentalmente en las
variables asociadas a la divergencia del campo de vientos, como la presión
en superficie) tengan una amplitud mucho menor que la parte rotacional lenta
del fluido. Si este equilibrio se rompe, aparecen las ondas gravitatorias
para restaurarlo (ajuste geostrófico). Entonces se hace necesario
redefinir los campos iniciales de tal forma que las ondas gravitatorio-inerciales
permanezcan pequeñas a lo largo de la predicción. Esto se lleva
a cabo mediante la inicialización. Sin embargo, a pesar de la inicialización,
pueden permanecer ondas gravitatorio-inerciales que inducen la aparición
de precipitación espuria a causa de errores iniciales en el análisis
procedentes de las observaciones y de que éstas se realizan en puntos
espaciados irregularmente, siendo necesario hacer una interpolación
para colocarlas en los puntos de la rejilla de discretización. Este
efecto está presente en ambos experimentos, pero está amplificado
cuando se utiliza como “first guess” un análisis (o una predicción)
de otro modelo con diferente resolución, en lugar de una predicción
del propio modelo. Es el efecto conocido como “spin-up”: aumento de la precipitación,
sobre todo en los alcances de predicción cercanos a la hora del análisis.
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