- Un elemento adicional en el desarrollo de los acontecimientos es la presencia de un máximo de viento relativo en niveles altos (“jet-streak”).
Estas estructuras, tal y como se ha comentado, se relacionan con incrementos
locales de inestabilidad y, al mismo tiempo, pueden ser un eficiente mecanismo
de forzamiento de movimientos verticales. En las imágenes se aprecia
claramente que los primeros desarrollos sobre la zona de interés se
producen precisamente en el momento de la llegada sobre la misma de la banda
oscura en WV asociada al máximo de viento relativo.
- El carácter cuasiestacionario de las estructuras convectivas, en ocasiones con un movimiento retrógrado con respecto al flujo rector del SW, así
como la continua regeneración de nuevas células sobre la misma
zona, indican la existencia de una marcada convergencia del viento en niveles
bajos, y de una fuerte alimentación en capas bajas. Estos factores,
en conjunto, son capaces de mantener los desarrollos anclados en contra de
la tendencia del flujo rector a conducirlos corriente abajo, hacia el nordeste.
Esta convergencia, tal y como parece indicar
el análisis de los datos de viento disponibles, así como las
simulaciones numéricas realizadas, sería
resultado, en última instancia, de la modulación que la orografía
de la isla ejerce sobre el flujo general existente en niveles bajos. Los datos de radar en modo Doppler confirman la existencia de estas perturbaciones del flujo en el extremo oriental de la isla de Tenerife. Además, el marcado relieve de la península de Anaga habría sido un factor adicional favorable,
provocando una intensificación de los movimientos verticales y facilitando
así el desarrollo de las estructuras convectivas.
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