- Las lluvias torrenciales que afectaron a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y sus alrededores durante la tarde del 31 de marzo de 2002, ocasionando 8 muertos y elevadas perdidas materiales, estuvieron asociadas a estructuras convectivas que presentaron dos características fundamentales. Por un lado, fueron muy eficientes en la producción de precipitación y, por otro, fueron cuasiestacionarias, permaneciendo ancladas y afectando a prácticamente el mismo lugar de manera continuada.
- De esta forma, las precipitaciones más importantes
afectaron a un área reducida en las cercanías de la capital
tinerfeña. Las mayores cantidades de precipitación se recogieron en la ciudad, alcanzando 232.6 mm en el Observatorio del CMT y 252.0 en Urb. Anaga.
La importancia de estas cantidades se pone de manifiesto si se tiene en cuenta
que la precipitación acumulada en unas pocas horas superó a
la precipitación media anual en el observatorio de Santa Cruz de Tenerife
(214 mm). Destacan de forma extraordinaria los valores
de la intensidad de precipitación, que alcanzaron un máximo
de 162,7 mm/h a las 17:00 UTC. Además, la intensidad superó
de forma continuada los 60 mm/h a lo largo de una hora, y durante 50
minutos superó los 100 mm/h.
- Desde el punto de vista sinóptico, la situación estuvo dominada por una depresión aislada de niveles altos (DANA), localizada al oeste de las islas
y orientada en dirección suroeste-nordeste, que provocó un
flujo del SW en niveles medios y altos. Esta DANA, dentro de la cual era
posible distinguir dos máximos de vorticidad bien definidos, asociados
con dos embolsamientos fríos en 500 hPa, se trasladaba lentamente
hacia el este. En niveles bajos existía una
débil depresión afectando a las islas, que se desplazó
a lo largo del día también hacia el este, y que provocó
que el flujo general en superficie fuera rolando primero a SW, después
al W, y posteriormente a NW.
- La inestabilidad atmosférica, tal y como se extrae del análisis de los sondeos, se incrementa significativamente entre 00:00 UTC y 12:00 UTC
del día 31. En esta inestabilización de la atmósfera
pudo jugar un importante papel la banda nubosa que, asociada a una línea
de convergencia en niveles bajos, afecto a la isla de Tenerife durante la
mañana.
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