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CES2
Diagnóstico de las caidas de presión
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6 horas más tarde, el 5/12, la situación ha sufrido cambios  significativos. Como era de esperar (ver gráfico de la derecha), la advección cálida al nivel de la tropopausa se ha intensificando notablemente corriente arriba de la baja en superficie, acercándose a la posición de ésta. El máximo de advección cálida queda en este momento justo corriente arriba del centro de la  baja, una posición favorable para el desarrollo. Las advecciones en niveles medios y bajos se mantienen en las mismas posiciones relativas que 6 horas antes, predominando la advección fría sobre el centro de la baja en niveles cercanos al suelo (el máximo corriente arriba de advección fría se ha intensificado).

En combinación con el incremento de advección cálida en niveles altos se ha producido también un incremento de los movimientos verticales (ver gráfico de la derecha), que siguen presentando la estructura de dos lóbulos antes comentada, pero con una intensificación notable del máximo de velocidad vertical en la troposfera media-baja. La zona de aire más inestable (ver gráfico superior) se ha acercado también a la posición de la baja, de forma que el aire que asciende es más inestable que el 5/06, conduciendo a un estado en el cual el enfriamiento debido al movimiento ascendente, es incapaz de compensar el calentamiento en la estratosfera inferior por advección.

En relación con la última sección vertical es interesante notar la presencia de un máximo de movimiento descendente corriente arriba de la baja (no tan intenso como el máximo ascendente) que está inyectando aire con estabilidad alta, proveniente de la troposfera media-alta, en la troposfera inferior (en un capítulo posterior se mostrarán diversas trayectorias isentrópicas que confirman la existencia de esta corriente descendente). 

En resumen, el incremento de la intensidad de la advección cálida en niveles altos, el acercamiento de ese máximo de advección a la baja en superficie y el ascenso de aire inestable por delante de la  perturbación de niveles altos son los principales factores que, por las razones ya comentadas, condicionan un entorno favorable para las rápidas caídas de presión en superficie.


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