Cuando
la convección se ha desarrollado de forma significativa, el radar
se convierte en el elemento clave para detectar, analizar y seguir
a los núcleos convectivos.
Aunque aquí sólo
se presentan los PPI (datos de Z de la exploración más baja),
nos deberemos de focalizar en aquellos núcleos convectivos que:
-
Presentan reflectividades muy
intensas y elevadas.
-
Los que crecen de forma explosiva
en un corto periodo de tiempo.
-
Los que presentan cierto grado
de organización interna: grandes dimensiones espaciales y ciclo
de vida superior a una tormenta oridinaria intensa (30 min).
-
Los cuasiestacionarios o que
se mueven lentamente.
-
Los núcleos que se desplazan
perpendicularmente hacia zonas orográfica.
-
Los que se mueven de forma anómala
respecto al flujo rector de niveles medios.
-
Los núcleos proclives
a fundirse con otros.
La riqueza de información
que puede suministrar el radar en situaciones convectivas
se pone de manifiesto este día de forma evidente (como otros tantos
a lo largo del periodo estival). |