En
definitiva, en la antesala de los acontecimientos que desembocaron en las
fuertes precipitaciones en la zona de de Biescas, y tomando como referencia
la ventana temporal entre las 12 y las 15z, la cuenca del Ebro se puede
dividir en cuatro grandes zonas desde el punto de vista dinámico,
cinemático y térmico tal y como se ha puesto de manifiesto
hasta ahora.
Estas zonas se corresponden,
a las 15z, con:
-
La provincia de Teruel y sus
partes altas, con una zona de convergencia muy bien definida en capas bajas.
Los flujos más significativos son del E y SE, que parecen arrancar
desde las costas del Mediterráneo. Este hecho va a condicionar la
propagación de las células que se generan en las zonas de
montaña y se mueven hacia las zonas costeras.
-
Las zonas sur y central de Huesca
y Lérida con flujos en superficie cálidos del SSE o SE y
la frontera cálida móvil asociada que ha ido perdiendo movilidad
a mendida que pasaba el tiempo.
-
La parte alta del Valle del
Ebro con vientos frescos del NW que estabilizan las zonas que van barriendo
e inhiben la convección.
-
Una zona que se extiende desde
la parte oriental de la provincia de Guadalajara hasta la parte noroccidental
de Huesca atravesando la provincia de Zaragoza por su parte más
occidental.
Cinemáticamente esta
es una zona de deformación aparente cuyo
eje de dilatación esta orientado en dirección SW-NE. El viento
a lo largo de este eje es del NE en Guadalajara y sur de Zaragoza, en calma
en su parte central y del SW-SSW en la parte alta de Zaragoza y Huesca,
aunque todos ellos débiles.
En capas medias la intensidad
del flujo ha ido disminuyendo con el tiempo a la vez que entran los
vientos con componente Sur sobre la parte central del Valle del Ebro. |