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Se trata de una tormenta
cuasiestacionaria sobre el Arás y sus proximidades que
durante más de una hora mantiene elevadas reflectividades en niveles
bajos y por tanto altas intensidades de precipitación.
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La estructura
de la célula es prácticamente vertical
manteniendo
siempre los máximos de reflectividad en
niveles bajos.
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Lo que llama la atención
es su persistencia, en efecto, una
estructura tan vertical como aparece en los datos radar sin zonas de reflectividades
altas suspendidas en altura debería debilitarse rápidamente
y deben por tanto existir factores que contribuyan a su persistencia.
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El factor
orográfico debió resultar fundamental para el
anclaje
de la célula, ya se ha visto en el estudio mesoescalar como el flujo
en esa zona era de componente sur dirigido directamente contra el relieve
y como en altura existia debil cizalladura del viento haciendo que los
efectos de traslación (por el flujo rector en niveles medios) y
propagación (debido al influjo en niveles bajos) pudiesen favorecer
la poca movilidad de la tormenta.
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Pero esto, que puede explicar
en parte la no movilidad de la célula, no parece suficiente para
explicar su persistencia. La hipótesis
más pausible podría ser que:
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la célula que se encuentra
estacionaria se vé alimentada continuamente
por la llegada de otras células (células abastecedoras
o "feeder") que se forman al sur de la célula principal y que se
desplazan hacia ella. Esta continua alimentación podría explicar
la persistencia de la célula hasta que la llegada por el oeste de
los primeros núcleos asociados al sistema convectivo cambia la configuración,
su fusión con estos núcleos refuerza en primera instancia
la célula que alcanza su máxima extensión pero a continuación
comienza a debilitarse rápidamente y a trasladarse hacia el este.
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