Es
notorio el cambio en la estructura del campo vientos. En general han aumentado
en intensidad y mantienen unas direcciones más concordante con la
situación sinóptica y mesoescalar. Llama la atención
el flujo de levante sobre la costa, lo que denota que ciertas perturbaciones
en el campo bárico del interior pueden estar influenciando esta
distribución. Así los vientos en las costas catalanas y partes
bajas del Valle del Ebro parecen obedecer al influjo del seno de bajas
presiones relativas "b".
Si nos focalizamos en el
cuadrante NE podremos observar que los vientos, del NW, ya no sólo
fluyen por la influencia de la baja situada en el Valle del Ebro, sino
por la presencia y entrada de los noroestes asociados al propio frente
de superficie.
Este hecho en particular
tiene además otro efecto, el de la estabilización en la cuenca
alta del río con la consecuente ausencia o disminución de
la convección en dichas áreas. |