A la vista del
estudio realizado en este apartado, y teniendo en cuenta otros aspectos
derivados del
entorno sinóptico, podemos resaltar como elementos
más significativos de la situación los
siguientes:
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Baja
mesoescalar situada sobre la parte central del valle del Ebro
que condicionó la estructura
del campo de vientos durante gran parte del día. Vientos de diferentes
orígenes afectaron
la parte alta de la cuenca (vientos del NW) y la región Oscense
y leridana (vientos
del SE).
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Frontera
cálida mesoescalar asociada a la rama del viento de componente
SE, anteriormente
comentado, que se desplazó a hacia la parte central y occidental
de Huesca para
permanecer cuasiestacionaria después de las 12z canalizando, posiblemente,
el flujo del SW
en su parte delantera y que apuntaba a la zona alta del río Gallego.
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Frente
frío en superficie, ligado a una perturbación
localizada en Europa, que a mediodía afectó a la cuenca alta
y media del Valle, que inhibió la convección en dichas áreas
y ayudó
a canalizar el flujo de componente SW que sopló en niveles bajos
sobre la zona de Biescas.
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Una zona, o corredor, caracterizada
cinemáticamente como una zona de deformación
y localizada entre las estructuras frontales previas, donde el flujo se
aceleraba en los extremos de dicho eje de deformación.
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La
distribución espacio-temporal del viento con la altura
generó condiciones especiales en cada una de las diferentes zonas.
En particular hubo una tendencia a su disminución de la
intensidad
de viento de altura a medida que la perturbación se aproximaba a
la zona. Esto pudo "ralentizar" el movimiento de las diferentes estructuras
convectivas de la zona, mientras
que el flujo en capas bajas se reorientó perpendicularmente a las
zonas montañosas
permitiendo la generación de nuevas células en el flanco
sur y el carácter cuasiestacionario
en algunas.
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