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MCR12

Nieblas marinas: Marco sinóptico

 

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   2.- IV.- MARCO SINÓPTICO FAVORABLE PARA LA FORMACIÓN DE NIEBLAS MARINAS. 

         Para la formación de nieblas marinas es necesario un marco sinóptico que favorezca la presencia de una fuerte inversión en niveles muy bajos (por debajo de los 400 m., en general)  para confinar la masa de aire sobre la superficie marina y consolidar la niebla. Su origen suele ser la subsidencia sinóptica del anticiclón situado al norte de la Península Ibérica, típico de la época de presencia de estas nieblas (finales de primavera- verano). Asimismo, la inversión está favorecida por una advección cálida y seca en niveles bajos (sfc-850 Hpa). En niveles altos domina una amplia dorsal. Esta situación anticiclónica favorece también la presencia de afloramientos costero en el Cantábrico.

            Sabemos que la sola presencia de afloramientos e inversión no es suficiente para la formación de nieblas, siendo necesarios flujos, generalmente de origen mesoescalar, que produzcan convergencia y advección de una masa cálida y húmeda sobre las aguas frías costeras. El origen de estos flujos puede ser marítimo o terral ( en este caso es necesario que tenga un cierto recorrido marítimo para cargarse de humedad antes de ser reconducido hacia las aguas costeras por las circulaciones mesoescalares). Para ello, es necesario la sustitución de la situación anticiclónica inicial por otra situación de débil flujo sinóptico, en donde domine las estructuras mesoescalares como, por ejemplo, las débiles brisas terrales nocturnas. 

            La compleja orografía de nuestra zona y los diversos procesos mesoescalares complican la distribución de los campos (viento, presión, temperatura y humedad) en las proximidades de la superficie, haciendo muy difícil el pronóstico de las nieblas y su posterior evolución. Así pues, con situaciones sinópticas similares nos encontramos con días de niebla, de bruma o incluso despejados y con buena visibilidad. 

         A pesar de la dificultad de determinar el marco sinóptico apropiado para la formación de nieblas costeras, intentaremos ver determinadas situaciones que han dado lugar a dichas nieblas. Nos referiremos, especialmente, a la “típica” niebla costera que se forma inicialmente en el extremo occidental del Cantábrico, desplazándose posteriormente hacia el este. Estas nieblas suelen formarse a partir de finales de mayo-principios de junio, cuando empieza a dominar la presencia del anticiclón al norte del Cantábrico, así como la baja térmica sobre el norte de África (Marruecos) que luego se extiende sobre la Península Ibérica. La interacción de estas dos estructuras será fundamental en la mayoría de las nieblas marinas costeras que se forman en el Cantábrico. 

            En líneas generales, la evolución sinóptica durante un episodio de nieblas suele ser la siguiente: presencia de un anticiclón al norte o sobre el Cantábrico durante 2-3 o más días antes de la formación de las nieblas, esta situación favorece la subsidencia y los afloramientos costeros debidos a los flujos del este. Posteriormente, el anticiclón se desplaza hacia latitudes más altas o hacia Europa siendo sustituida la situación anticiclónica sobre el Cantábrico por otra de débil flujo sinóptico, en donde dominan las estructuras mesoescalares. La interacción entre estos flujos favorece la convergencia necesaria para la formación y consolidación de las nieblas sobre las aguas costeras ( también hay que tener en cuenta el efecto de la irradiación nocturna en la base de la inversión que favorece la presencia de nieblas durante la madrugada, así como la insolación diurna que favorece a su disipación). En la siguiente página veremos algunas situaciones sinópticas que nos hemos encontrado en este estudio.

 

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