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MCR12

Nieblas marinas: Marco sinóptico

 
 

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- Situación anticiclónica:  En la figura 1 podemos ver la presencia de un anticiclón al norte de Cantábrico que produce un flujo sinóptico del este que favorece el afloramiento de aguas costeras, así como la subsidencia sinóptica. En la imagen de la derecha se puede apreciar el afloramiento, dos días después, sobre las costas de Galicia y Asturias (en este caso el color rojo corresponde a aguas frías y el azul a aguas más cálidas). Asimismo, hay una baja de origen térmico sobre Portugal que jugará un papel importante en la formación de las nieblas. Durante esos días en cielo estuvo despejado en todo el Cantábrico.

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- Situación sinóptica débil: Después de varios días de situación anticiclónica, esta es sustituida por una situación de débil gradiente de presión donde dominan los flujos mesoescalares. Una mayor información sobre dichos flujos los tenemos en la nota técnica “ Situaciones de verano en el Cantábrico. Nieblas de verano en la costa cantábrica” (Odón Hernández. GPV/CMT en Cantabria y Asturias), así como en el apartado dedicado al estudio de la situación de nieblas del 21-31 de mayo de 2001 de este trabajo. 

            Hemos encontrado varias situaciones sinópticas débiles que favorecen la aparición de nieblas, entre ellas resaltaremos tres: 

Ø      Entrada de cuña anticiclónica: En la figura 2 vemos como el anticiclón se desplaza hacia el norte, mientras entra por el extremo nor-occidental de la Península una cuña anticiclónica que afectará al Cantábrico en los días siguientes. En este caso, lo que tenemos es una entrada de estratos bajos con brumas asociadas a los estratos, con nieblas matinales el primer día debido a la irradiación nocturna del tope de los estratos y a la convergencia debida a la interacción entre el flujo del anticiclón y el de la cuña anticiclónica. Posteriormente sube la base de la inversión y tenemos sólo estratos y brumas. Las imágenes correspondenen a las 07Z del día del análisis. En estos casos el mar suele estar más cálido que el aire, de forma que no podemos hablar de una “auténtica” niebla de advección (ya hemos hablado sobre ello en el apartado sobre modelos conceptuales de formación de nieblas). Nótese, también, que los estratos llegan al País Vasco y penetran tierra adentro dependiendo de la altura de la base de la inversión.

 

Ø      Transición de débil flujo anticiclónico a débil flujo ciclónico: En la figura 3 vemos una situación de niebla en la que se forman de madrugada con un débil flujo sinóptico anticiclónico y terral que interacciona con el flujo marítimo del anticiclón situado en Francia. A mediodía, el flujo cambia a ciclónico en la mitad occidental del Cantábrico manteniéndose anticiclónico en la oriental. Se forman nieblas poco persistentes en Galicia, Asturias y Cantabria que tienden a disiparse durante el día , quedando el cielo despejado, primero en Cantabria y después del mediodía en las demás zonas.

                Las imágenes corresponden a las 07Z y 13Z del día 27 de mayo de 2001. 

Ø      Bajas presiones relativas: Es la situación que genera la mayor parte de episodios de nieblas marinas costeras en el Cantábrico, sobre todo las que hemos llamado “típicas” que se forman inicialmente sobre Galicia y se desplazan hacia el este, conducidas por circulaciones mesoescalares de componente oeste , llegando hasta la costa de Cantabria sin afectar, salvo raras ocasiones, al País Vasco. 

El origen de estas bajas presiones relativas suele ser la baja térmica que se forma sobre la zona cercana a Marruecos y que se extiende hacia la mitad occidental de la Península (e incluso a casi toda la Península), acompañada de una advección cálida y seca en niveles bajos ( sfc-850 Hpa) que favorece a la inversión de subsidencia. Suele formarse a partir de mediados de mayo-principios de junio, dando lugar a formación de nieblas marinas “típicas” sobre el Cantábrico bastante densas y persistentes,  durando más de 1 día entero (ocasionalmente más de 2) sin ser disipadas ni en las horas centrales del día. En el verano, debido a la configuración térmica del mar y del aire, la distribución espacial y temporal de estas nieblas es más irregular. Se forman con más frecuencia sobre la mitad occidental de Asturias y, con menos frecuencia, sobre Cantabria ( sobre todo si son advectadas desde Asturias) ; se forman por la noche y suelen ser disipadas en las horas centrales del día por insolación y por turbulencia (debida a una mayor velocidad del viento o por las brisas), volviendo a aparecer por la tarde-noche. Suelen ser persistentes cuando se produce un desplazamiento hacia el  este, transformándose en estratos con brumas y nieblas debajo de ellos

En la figura 4 vemos una situación de formación de niebla “típica”. El día 28, la baja relativa térmica se extiende hasta el extremo occidental de Galicia formándose ( o manteniéndose si ya se ha formado el día anterior) una extensa y densa capa de niebla marina al oeste de la Península con una extensión en forma de “gorrito” sobre la costa norte de Galicia. Posteriormente, el día 29, la baja térmica se extiende hacia Asturias apareciendo la niebla en la mitad occidental de la costa asturiana y desplazándose hacia el este hasta llegar a Cantabria ( nótese la diferencia de brillo en la imagen de la derecha entre ambas zonas, debido a los diferente espesores y densidades de la niebla). La interacción entre el anticiclón y la baja térmica, con sus correspondientes circulaciones mesoescalares, produce convergencia hacia la zona dominada por la baja de flujos tanto marítimos como terrales; esta convergencia, junto a la presencia de afloramientos y de una inversión en niveles próximos a la superficie , es una de las causas importantes para la presencia de nieblas en el Cantábrico. Además, por supuesto, es necesario unas condiciones de temperatura, de humedad y de viento de la masa de aire en contacto con el agua. 

            Hemos intentado resumir unas cuantas situaciones sinópticas favorables para la presencia de nieblas marinas en el Cantábrico. Por supuesto que hay otras más, pero podemos decir que casi siempre nos encontraremos con situaciones que favorezcan la presencia de afloramientos, inversión, convergencia y flujo sinóptico débil. Asimismo, debemos decir que la gran variabilidad de los flujos mesoescalares costeros hace que las nieblas se distribuyan espacialmente de forma muy irregular y variable.

 

 

 

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