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El año hidrometeorológico. En conjunto, llovió un 15% más

21/06/2004  Hasta la llegada del verano, el año hidrometeorológico 2003-2004 se está caracterizando, cuando han transcurrido las tres primeras estaciones completas del mismo, por unas precipitaciones que en conjunto siguen estando algo por encima de lo normal para estas fechas si se considera el conjunto del territorio nacional, siendo el volumen total de precipitaciones recogidas a lo largo de estos nueve meses del orden de un 15% superior al valor medio para estas fechas.

% de la precipitación acumulada sobre la normal
% de la precipitación acumulada sobre la normal

Llama la atención que pese a ser un año húmedo, la zona noroeste de España acusa a estas alturas un sensible déficit de precipitaciones, especialmente acusado en la normalmente muy húmeda zona del oeste de Galicia. Si se observa la evolución temporal de las precipitaciones a lo largo de este período se puede apreciar que en el trimestre otoñal se acumuló un notable superávit de precipitaciones, especialmente en el oeste y nordeste peninsulares, de modo que a fecha 30 de noviembre las precipitaciones superaban ampliamente los valores medios normales en la práctica totalidad de las regiones españolas, llegando casi a duplicarlas en extensas zonas del tercio oeste y del nordeste de la península.

El mes de diciembre marca un cambio de tendencia hacia un régimen de tiempo más seco, de modo que el volumen de precipitaciones acumulado en dicho mes en el conjunto del territorio nacional supone el 80% del valor medio. Esta tendencia se mantuvo e incluso se intensificó a lo largo del mes de enero en el que tan sólo se acumuló un 50% de las precipitaciones normales, en tanto que febrero, aunque también fue algo más seco de lo normal, registró precipitaciones abundantes en la mitad sureste, en tanto que se empezaba a generar un importante déficit de lluvias en el cuadrante noroeste.

Frente a lo sucedido en los meses invernales en la primavera se restableció el régimen de precipitaciones relativamente abundantes, de modo que en el conjunto de los meses de marzo, abril y mayo el volumen total de precipitaciones sobre España supera en torno a un 20% al valor medio, llegándose a superávits de lluvias de algo más del 25% en los meses de marzo y mayo. A lo largo de estos meses primaverales llama la atención el mantenimiento de la tendencia ya observada en la segunda mitad del invierno hacia unas precipitaciones relativamente abundantes en el este y centro peninsular y en cambio relativamente escasas en el noroeste.

Finalmente sólo reseñar que en lo que llevamos de junio las precipitaciones están siendo en general escasas salvo en el nordeste peninsular. Si se analiza la distribución espacial de las precipitaciones totales que se han registrado desde el inicio del año hidrometeorológico hasta la fecha, se observa que se superan los valores medios en la mayor parte de las regiones, si bien como se ha mencionado quedan al margen de este comportamiento de las precipitaciones las zonas de Galicia, mitad noroeste de Castilla y León, buena parte de la vertiente cantábrica y la mitad noroeste de Extremadura, donde las precipitaciones acumuladas oscilan en este momento entre el 60% y el 90% de los valores medios correspondientes. Frente a ello en buena parte de las regiones mediterráneas, así como en el sur de Andalucía y la mayor parte de Madrid y Castilla La Mancha, las precipitaciones recogidas suponen entre un 125% y un 150% del valor medio normal, apreciándose incluso en la zona costera de Murcia un núcleo en el que se supera el 175% del valor medio.

Como consecuencia de este régimen de precipitaciones abundantes los suelos se han mantenido en general húmedos a muy húmedos durante la mayor parte de lo que llevamos de año hidrológico en buena parte de las zonas, si bien a partir de finales de mayo y con un cierto retraso respecto de lo habitual se ha iniciado una progresiva desecación de los suelos debido a la escasez de precipitaciones en estas 3 primeras semanas de junio, de modo que en la actualidad los suelos se mantienen tan sólo con valores altos o intermedios de humedad en el tercio norte peninsular y en áreas montañosas del interior, así como en zonas del interior de la comunidad de Valencia. Cabe destacar los valores relativamente bajos de la humedad del suelo que se aprecian en estas fechas en Galicia, sobre todo en su mitad sur.

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