Una
de las tareas más importantes a la que se enfrentan los predictores
operativos en la actualidad es la evaluación e interpretación
de las salidas de modelos numéricos. Para hacer ésto el predictor
necesita no solo conocer la física básica del modelo en
uso, con sus posibilidades y limitaciones, sino también disponer
de herramientas de diagnóstico que le permitan comprender, al menos
cualitativamente, que procesos están teniendo lugar en la atmósfera
en un momento determinado y como son tratados estos procesos por el modelo
en sus predicciones. Un diagnóstico adecuado nos permitirá
conocer cual es el estado actual en el que se encuentran las diferentes
estructuras meteorológicas y su posible evolución y, de esta
forma, podremos controlar si las predicciones de los modelos numéricos
son adecuadas o no. En aquellos casos en los cuales las predicciones de
los modelos fallen al simular una evolución que resulta evidente
en la diagnosis, el predictor se encontrará en una posición
favorable para diseñar escenarios alternativos.
Para poder abordar ese problema
necesitamos hacer uso, por lo general, de teorías simplificadas
que retengan aquellos procesos fundamentales en una determinada escala
atmósferica. En este módulo nos centraremos en el diagnóstico
de procesos de escala sinóptica, revisando dos ecuaciones básicas
de la teoría cuasigeostrófica, la ecuación omega (capítulo
2) y la ecuación de tendencia del geopotencial (capítulo
3). En el capítulo 4 se expondrá un modelo conceptual de
ciclogénesis, desarrollado a principios de la década de los
90, que va más allá de la teoría cuasigeostrófica,
introduciendo parte de los efectos diabáticos tan importantes en
el desarrollo de procesos ciclogenéticos. En los capítulos
5 y 6 se muestran ejemplos de diagnosis de dos ciclogénesis, una
en el Atlántico y otra en el Mediteráneo, haciendo uso tanto
de ideas extraídas de la aproximación cuasigeostrófica
(tendencia del geopotencial), como del modelo de ciclogénesis del
capítulo 4. |