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![]() De los tres flujos básicos estudiados este es el menos frontogenético. El gradiente térmico máximo evoluciona desde un valor inicial de 1.8 K/100 km a 2 K/100 km para H+24 y 2.6 K/100 km para H+72 horas. En casos reales, las tres configuraciones citadas (deformación, vorticidad y cizalladura) se combinan y constituyen a escala sinóptica factores básicos en el desarrollo frontal en sus primeras etapas. Una vez que los campos cinemáticos a escala sinóptica aumentan de modo significativo el gradiente térmico, comienzan los procesos de ajuste entre los campos de masa y viento. Parte de los rasgos de la frontogénesis quedan descritos por la teoría cuasi geostrófica. No obstante, hay que recordar que si bien un sistema frontal tiene dimensiones sinópticas en cuanto a longitud, su dimensión transversal cae de lleno dentro de la mesoescala. Las circulaciones transversales a un sistema frontal, que son básicas en un estudio apropiado de la frontogénesis y de la posible actividad frontal, son puramente mesoescálicas. Una teoría adecuada para estudiar fenómenos de este tipo es la semigeostrófica que esperamos sea objeto de un módulo TEMPO en el futuro. En los planos siguientes, se presenta el enfoque que presta la teoría cuasi-geostrófica a la frontogénesis que aunque no es completo, sirve de iniciación a este tema. |